Después de muchos años de ser la única prueba de superficie mixta del campeonato, la cita de España cambia a carreteras de superficie únicamente asfaltada. El asfalto rápido y liso de las colinas de la Costa Daurada, al final de la costa de Barcelona, fomenta el pilotaje ofensivo y recortar las curvas ahorra décimas vitales. Mantener el equilibrio es la clave.